Alvarado MDP 3 - 2 Rivadavia (L)
Arriba le sobraGigena, le ganó en el salto al “1” rival y facturó. (Fotos Francisco Mendes)
Con Germán Gigena de estandarte y la aparición de Ceballos cuando más lo necesitaba, Alvarado dio vuelta un partido que perdía claramente en el primer tiempo ante Rivadavia de Lincoln. Así, agigantó su ilusión en casa, donde no ha resignado puntos. Galería de imágenes
Pintaba complicado. Como nunca antes en el Minella. Pero Germán Gigena lo salvó. Y Ezequiel Ceballos apareció cuando el equipo más lo necesitaba para que Alvarado de vuelta un partido que perdía 2 a 0 ante Rivadavia de Lincoln y lo gane por 3 a 2, para seguir con puntaje ideal en su casa.
Con Germán Gigena de estandarte y la aparición de Ceballos cuando más lo necesitaba, Alvarado dio vuelta un partido que perdía claramente en el primer tiempo ante Rivadavia de Lincoln. Así, agigantó su ilusión en casa, donde no ha resignado puntos. Galería de imágenes
Pintaba complicado. Como nunca antes en el Minella. Pero Germán Gigena lo salvó. Y Ezequiel Ceballos apareció cuando el equipo más lo necesitaba para que Alvarado de vuelta un partido que perdía 2 a 0 ante Rivadavia de Lincoln y lo gane por 3 a 2, para seguir con puntaje ideal en su casa.
Un flojo primer tiempo del elenco de Noto fue disimulado por la
aparición del “9” y en el segundo, corrigiendo algunos errores, hizo
méritos para volver a sumar de a tres y lo logró.
A diferencia del resto de los equipos que llegan al Minella, Rivadavia
quiso ser protagonista de movida. Y lo logró, ganándole la batalla en el
medio a un Alvarado desconocido. Con Planté como eje, bien acompañado
en el “diálogo” por varios, el equipo visitante dominó la primera parte.
El “Torito” no tuvo fluidez, porque al intentar iniciar los movimientos
ofensivos se equivocó casi siempre en el pase y además, no encontró
desequilibrio individual. Entonces se le hizo muy difícil atacar o al
menos, asumir el protagonismo.
Rápidamente, a los 14´ y después de pegar un susto, el elenco de
Lincoln encontró la ventaja. Planté la gestó y tras un pase en
profundidad, Suárez se apuró al salir y Macías tocó con calidad, desde
el borde del área.
Lejos de conformarse, el rival sintió que Alvarado estaba golpeado y
fue por más. Pero una excelente intervención de Suárez, abajo sobre su
derecha, evitó el segundo tras una hermosa chilena de Brandán.
De todas maneras, otro golpe llegó a los 27´. Ciacheri coronó con un
gran movimiento individual una muy buena maniobra ofensiva colectiva.
Recibió cerca del área chica, giró, amagó y definió con un potente
zurdazo bajo para estampar el 2 a 0.
Por primera vez en la campaña, Alvarado era sometido. Aunque llegar
rápido al descuento lo ilusionó. A los 29´ apareció Ceballos con una
asistencia para Gigena, que le ganó en el salto al “1” rival y facturó. Y
un rato más tarde, Castillo tiró otro envío aéreo al área y el “9” no
pudo definir una chance clara.
La revancha le llegó rápido y fue el empate inmerecido. El delantero
recibió por izquierda, tiró un caño entrando al área y definió alto,
fuerte. Un golazo de los más lindos en la historia del estadio del
Mundial ´78.
Con un par de ráfagas individuales de los de adelante, Alvarado disimuló la floja producción del conjunto en los primeros 45´.
En el complemento, si bien Rivadavia quiso imitar lo hecho en el inicio
del partido, Alvarado no lo dejó. Entonces el trámite fue equilibrado,
aunque el local no pudo dominar porque los de adelante estuvieron
imprecisos y por ende, Gigena lució desconectado. De todas maneras a los
12´ estuvo cerca tras un desborde de Castillo por izquierda y el toque
de zurda de Quiles que se fue cerca.
Luego, se fue expulsado Bossio a los 23´ y el plan visitante perdió
audacia. Entonces, con empuje, Alvarado se fue animando y arrimando. Y
si bien parecía que no podría, porque los de arriba estaban imprecisos y
fastidiosos, una nueva aparición le dio el tercero. Gáspari, que había
estado cerca con un cabezazo, se hizo cargo y condujo, Valente recibió y
tiró un centro que Ceballos, habilitado, conectó por arriba con
precisión y potencia. Impacto de parietal izquierdo y a cobrar.
Y a los 40´ casi llega el cuarto. Castillo le dio una asistencia a
Gigena quien, de zurda y de primera, no pudo con el arquero que controló
abajo.
Alvarado sufrió para remontarlo en lugar de hacerlo para aguantar, como
tantas otras veces. Lo pudo hacer, porque los de arriba son de fuego. Y
con ellos, se puede soñar.
Fuente:Bernardo Rolón - brolon@diarioelatlantico.com