VILLA SAN CARLOS CAMPEON
El que quiere Celeste...
San Carlos está de fiesta.
El Cele de Berisso no para de volar. Villa San Carlos, conocido originalmente como Avanti Barrilete, derrotó 1-0 a Barracas Central y, por primera vez en su vida, jugará la B Nacional. El ascenso parecía escrito en los colores: UAI Urquiza en la C y Argentino de Quilmes en la D dieron la vuelta con la misma tonalidad. ¡¿Qué tul?!
Vuela. Vuela como nunca. Se pierde en el Celeste de su camiseta,
en el celeste cielo, como una cometa a la que le sobra hilo en el
carretel. Avanti Barrilete, adelante Villa San Carlos, campeón de la
Primera B que, por primera vez, se codeará entre los más grandes.
Estudiantes, Gimnasia, acá llega el primo de Berisso para la coronación…
Pudo
haber sido, claro está, el sábado pasado, en San Martín, cuando un mal
fallo arbitral, un increíble offside inexistente, privó al goleador
Vegetti y a todo un barrio de pisar, como nunca antes había sucedido, de
la B Nacional. Fue 1-1 ante Chacarita, cuchillo entre los dientes, y
revancha ante Barracas Central en el colmadísimo y remodelado Genacio
Sálice. Fue un regalo en su 88° aniversario. Fue 1-0 gracias a ese gol
de Troncoso, a los 11’ del primer tiempo, cuando aprovechó un centro
venenoso de Damián Giménez y un error de cálculo del arquero Elías
Gómez. Luego, se le cortó la respiración con el disparo de Maciel en el
palo y, en el complemento, con un oído también en el 1-0 de Platense, le
agradeció al barbado Matías Coloca sus guantes mágicos, mientras
Vegetti arriba, como durante todo el campeonato, se las arreglaba para
molestar a toda la defensa.
Así las cosas, de repente, la mítica
calle Nueva York volvió a latir. Ese pueblo laburante, aquel que supo
movilizar a las masas el 17 de octubre del 45 rumbo a Plaza de Mayo,
tierra de inmigrantes, de frigoríficos, destilerías, saladeros y el vino
de la Costa, recuperó la sonrisa. Evadió el gris. “Distintos colores,
de piel y banderas, iguales deseos, de una vida nueva / Berisso, barro,
monte y esperanza, fábrica y obreros, puerto, barco y añoranza…”, reza
su himno viejo himno. Y el “dale campeón”, sin dudas, se recreó como la
marcha oficial del equipo triunfal de Ricardo Rezza, otro histórico del
Ascenso.
La historia de Villa San Carlos, como locación, nació a
mediados de la década del ’10, cuando la compañía Bravo Barros puso en
venta terrenos en Berisso bajo la actual denominación de la institución.
En esos pastos vírgenes, lógico, se jugaba al fútbol, fútbol de
potrero. Y en 1923, uno de los tantos equipos, con esos nombres ideales
como Avanti Barrilete, tomó la posta barrial y se denominó, para
siempre, Club Atlético Villa San Carlos, y fue fundado en la carpintería
de Antonio Velasco, otro trabajador más.
En 1967 se afilió a la
AFA. Desde allí, fueron 29 temporadas en la D (que recién abandonó hace
11 años), 14 en la C y cuatro, desde 2009, en la B, hasta que Ariel
Suárez dijo basta y la radio escuchando la conexión en el resto de las
canchas, se estrelló contra el alambrado. Ya está. Quiso Celeste, y le
costó. Siguió la tendencia cromática de los ascensos 12/13, el color de
la UAI Urquiza y de Argentino de Quilmes, sus hermanos menores a la hora
del descorche. Porque este año, desde Berisso, desde Berisso, salió el
nuevo campeón. Y los sueños, claros, llegaron a lo más alto. El
barrilete, avanti, al fin se soltó.
Fuente: Ole