Gabriel Christovao le escribe al hincha de Alvarado
Con
la finalidad de informar a los socios y simpatizantes que forman la
comunidad de Alvarado de la situación que debo afrontar con respecto a
mi relación con el club, he decidido resumirla através de mi muro de la
red social Facebook y de los medios que encuentren de interés
periodístico su difusión.
En contradicción con la palabra ”resumir”, pido disculpa por la
extensión de la presente.
De lo que comento pude obtener testimonio en los medios escritos, orales
o digitales. Por supuesto que no es así en lo referente a
conversaciones personales, pero el lector le dará credibilidad de
acuerdo a su raciocinio.
Llegue al club hace más de cuatro años cuando mis colegas no querían
hacerlo y me desaconsejaban hacerlo debido a sus experiencias anteriores
(incumplimientos, juicios, etc.). Todo en franco entendimiento con el
Sr. Facundo Moyano, en su calidad de colaborador del club en un
principio y de dirigente posteriormente.
Debo resaltar que el club cumplió lo acordado mientras mantuve dicha
relación. Durante ese tiempo varios de los actuales dirigentes estaban
en distintas funciones dentro de la institución y ejecutaron sin
denunciarlo como agraviante para el club el contrato que tengo vigente
desde el 01/07/2012.
Por mi parte, dejé todo lo que pude en cumplimiento de lo pactado. Creo
que hasta gané por merecimientos el reconocimiento de muchos de ustedes y
la distinción que con orgullo me convirtió en una temporada en capitán
del equipo.
A los que no les convenció o gustó mi capacidad futbolística les aseguro
que no fue por mi voluntad o falta de actitud. Fue simplemente por mis
limitaciones en ese aspecto.
En función de ese contrato, asumí responsabilidades concordantes. A
manera de ejemplo quiero destacar que trasladé a mi familia completa a
la ciudad, formalicé contrato de alquiler por dos años (importante
depósito en garantía) y otros compromisos cuyo detalle no agrega
sustancia a la gravedad de la situación.
El 01/07/2013 el único contrato futbolístico que tenía que afrontar el
club con el presupuesto actual era el mío. No es sustentable desde lo
numérico la difusión de “no lo podemos afrontar”. No puedo pensar otra
cosa que es en la cobardía de no difundir ” no lo queremos cumplir”.
Resulta demasiado fácil tomar la decisión de
incumplir contratos cuando las posibles consecuencias económicas no
recaen en el patrimonio de quien decide sino en el de los socios, únicos
dueños del club o en el de la contraparte del contrato (yo).
Quedé acorralado en una situación que nunca busqué. Tengo en deber de la
subsistencia de cinco personas más la mía.
Por último quiero que sepan de la última afrenta que recibí. El
13/08/2013 el plantel cobró la remuneración correspondiente al mes de
Julio 2013 (celebró este hecho), pero a mí se me negó (lo solicité) la
posibilidad de llevar algún dinero a mi hogar. Por el momento subsisto
por el apoyo de mi familia y préstamos de algunos amigos.
Nada borrará de mi memoria el cariño y agradecimiento para toda la
comunidad de Alvarado que según mi interpretación no tiene ninguna
participación en esta injusticia.
Hector Pelù