Scotta, un Cuervo que fue Pincha
El goleador y la semifinal de la Copa Argentina: “Si vamos a la lógica, debería pasar San Lorenzo, pero creo que va a ser peleado”.
Para el asombro de muchos, el duelo entre San Lorenzo y 
Estudiantes de Buenos Aires, tiene sus ricos antecedentes. Ambos 
acumulan nada menos que 27 choques, desde aquel primer partido jugado en
 junio de 1915: 17 triunfos fueron para el que juega en Primera 
División, 5 para el que milita en la Primera B Metropolitana y otros 5 
terminaron empatados. Claro, contando tanto el amateurismo (21) como el 
profesionalismo (6). Dentro de esta historia, alguien más que Ezequiel 
Lavezzi jugó en Boedo y en Caseros. Se trata, nada menos, que de un 
ícono de la institución azulgrana, quien se despidió del fútbol con la 
camiseta blanca y negra a bastones verticales. Se trata de Héctor 
Scotta, “el Gringo” , dueño de un récord hasta hoy inigualable en el fútbol argentino: 60 gritos en 57 partidos, en el año 1975, (jugando para San Lorenzo, donde hizo un total de 140).
“En
 mis últimos años de carrera recorrí mucho el ascenso: Armenio, Nueva 
Chicago, Villa Dálmine, San Miguel y, finalmente, Estudiantes de Buenos 
Aires. Mi hermano, Néstor, colaboraba con el club y me dijo para jugar. 
Estuve menos de un año, pero hice algunos goles”, comienza diciéndole a Clarín  el histórico goleador que, en unos días, cumplirá 63 años.
- ¿Qué sensaciones te genera este partido?
-Si
 vamos a la lógica, San Lorenzo debería pasar a la final, pero creo que 
va a ser peleado. Hoy en día el fútbol está muy equilibrado y no se 
puede denominar a un equipo como “chico”. Ahora, si me preguntás como 
hincha, siempre quiero que gane San Lorenzo, aunque le tenga un gran 
afecto a Estudiantes.
-En este tipos de encuentros, ¿puede correr con ventaja el que llega con menos presión?
-No
 lo creo. Cuando un equipo inferior se enfrenta a un grande juega el 
partido de su vida. Estudiantes eliminó a River y va a querer seguir 
haciendo historia, además de hacer una diferencia en lo económico, 
claro. Cuando estuve en Armenio, jugamos contra Racing, que había 
descendido y para el club era todo un suceso. Por eso hay que tener 
cuidado.
-¿Por que creés que se ha emparejado tanto?
-Creo
 que los grandes bajaron su nivel y los humildes crecieron. Cuando yo 
estaba en San Lorenzo jugábamos contra un equipo del ascenso o del 
interior y le metíamos ¡entre seis y siete goles! Ahora todo está más 
parejo, basta con mirar lo que le costó ascender a River o como sufre 
hoy Independiente. Hay que salir a jugar como lo que es, una verdadera 
final.
-¿Puede ser la Copa Argentina la chance del club para volver a obtener un título?
-San
 Lorenzo tiene equipo para pelear los dos frentes, pero en el torneo 
local aún no consiguió una regularidad. En esta Copa, si ganás los dos 
partidos, das la vuelta y encima clasificás a la Libertadores. Ojalá se 
nos dé.
-¿Qué pensás que le falta a San Lorenzo para afirmarse del todo?
-Me parece que es un equipo en formación. Del medio para adelante me gusta, hay jugadores creativos, aunque sin Cauteruccio va a padecer la falta de un goleador. Defensivamente no brinda las garantías necesarias, aunque haya mejorado en los últimos partidos. Tienen que estar atento a los centros porque Estudiantes va a intentar aprovechar la pelota parada
Fuente: Clarin 
