Mar del Plata, la ciudad sin clásico
A quince años del último Aldosivi-Alvarado.
Los futboleros marplatenses sufren la falta de un partido que genere la
atención de propios y extraños. Los portuenses y los del ex barrio de
Mataderos animaron los últimos, durante la década del 90. En la edición
de hoy de papel, recuerdos, datos y curiosidades de un choque que añoran
todos.
por Víctor Molinero
Newell's-Central en Rosario, Talleres-Belgrano en Córdoba,
Estudiantes-Gimnasia en La Plata, Atlético-San Martín en Tucumán,
Colón-Unión en Santa Fe y muchos otros clásicos paralizan ciudades a lo
largo y ancho del país. Generan tal expectativa que no sólo los hinchas
de los equipos involucrados lo viven de manera especial sino que los
imparciales suelen sumarse a la fiesta.
Mar del Plata supo tener partidos así. Los Quilmes-Independiente del 30
al 65, los San Lorenzo-Kimberley del 65 al 85 o los Aldosivi-Alvarado de
los 90.
Pero hace rato que la ciudad no tiene un partido de fútbol entre dos
equipos del pago que concite la atracción de propios y extraños. Más
precisamente quince años.
La última vez, el 10 de agosto de 1997, duró menos de media hora en la
cancha de River, hasta que el árbitro Jorge Di Salvo decidió suspenderlo
por falta de garantías a raíz de los incidentes provocados por los
hinchas de ambos equipos. Corría la duodécima fecha del torneo
marplatense de primera división. Días después el Tribunal de Disciplina
decidió darle por ganado el partido a Alvarado por 1 a 0. Desde
entonces, nunca más volvieron a enfrentarse.
Porque la Liga Marplatense de Fútbol, agobiada por los reiterados
incidentes que se generaban en cada clásico, decidió cortar por lo sano y
bifurcó los caminos de ambos. Les dio plaza fija en torneos nacionales
de ascenso, los marginó del campeonato local, les permitió volver luego
pero fusionados con otros clubes que tenían que poner nombre y
camiseta... No hubo chance de que sus caminos se cruzaran en la Liga
local, que perdió así el único partido convocante que le quedaba. Y
deportivamente no hicieron los deberes (fundamentalmente Alvarado) como
para reencontrarse en algún campeonato de ascenso. Ni siquiera hubo
acuerdos para jugar algún amistoso de pretemporada.
El último gran clásico
Si bien siempre Alvarado y Aldosivi fueron de los equipos más
convocantes en la ciudad, durante muchos años sus enfrentamientos no
revistieron la categoría de clásicos.
El primer enfrentamiento oficial se produjo el 23 de mayo de 1965, meses
después de que Alvarado llegara por primera vez en su historia a la
categoría principal del fútbol marplatense. Fue en la cancha de
Ministerio, donde Aldosivi era local y terminó empatado sin goles. Un
buen punto para el "benjamín", en la fecha inicial del campeonato.
Recién en el séptimo enfrentamiento entre ambos, el 16 de julio de 1967
se produjeron los primeros incidentes graves. Fue en Ministerio, por la
octava fecha del Oficial, en un electrizante empate en tres goles que se
jugó ante una gran concurrencia y que terminó con una batalla campal y
el saldo de un herido de arma blanca.
Sin embargo, si bien ambos clubes siguieron arrastrando muchísima gente a
la cancha, afortunadamente los ánimos se aplacaron y los siguientes
enfrentamientos no pasaron del folklore del fútbol.
Las luces se las llevaban usualmente los duelos entre San Lorenzo y Kimberley, dominadores del fútbol lugareño por entonces.
Pero hacia finales de los 80, con la pérdida de popularidad de
"verdiblancos" y "rojinegros", fue creciendo la intensidad entre los
duelos de los equipos que representaban a dos barriadas importantes:
Mataderos y el Puerto.
El 15 de noviembre de 1987 fue el último partido que Aldosivi y Alvarado
jugaron sin generar una expectativa singular. Fue por la séptima fecha
del octogonal final, a la que ambos llegaron sin chances de ganar el
reducido. En cancha de River y en un partido disputado "en familia"
según la crónica del día siguiente de LA CAPITAL, Aldosivi se impuso 1 a
0 con gol de Bustos.
Como muestra de la falta de interés que generó aquel duelo, vale el
anuncio de este diario, que destacó el Quilmes-Kimberley como el duelo
saliente de la fecha y relegó a un modesto espacio el convite para aquel
Aldosivi-Alvarado.
Para el siguiente duelo ya comenzó a surgir una rivalidad mayor. Y en la
semana previa de aquel 3 de julio de 1988 mucho se habló del gran
operativo de seguridad que se iba a montar para el cotejo que finalmente
se jugó en estadio San Martín. Aquella vez sí el partido se robó todas
las miradas. Fue por la novena fecha del Torneo Clasificación y Aldosivi
goleó 4 a 1 con dos goles de Bustos, uno de Burgos y otro de Simone.
Montecchia había descontado para Alvarado. Lamentablemente, a la salida
de la cancha, las hinchadas se cruzaron en las adyacencias. Y ya nada
volvió a ser igual.
La rivalidad creció más aún cuando sobre finales de ese año, la hinchada
de Alvarado decidió tomar parte para ir al San Martín a apoyar a
Deportivo Norte en los juegos que definían al campeón contra Aldosivi.
Es que Norte había ganado el Clasificación y Aldosivi el octogonal. Los
de La Perla, con pocos seguidores, ganaron 4-1 el primer duelo en el San
Martín. Pero durante y después de ese partido, los hinchas del equipo
portuense y los de Alvarado que habían asistido para apoyar a Norte se
cruzaron feo. Hubo incidentes importantes fuera de la cancha.
Afortunadamente no se registraron problemas extrafutbolísticos en los
otros dos duelos, la revancha que ganó Aldosivi (1-0) y el "bueno" que
finalmente terminó consagrando a Deportivo Norte (que ganó 1-0) y que le
permitió jugar aquel recordado Torneo del Interior que terminó con la
caída por penales frente a Nueva Chicago.
Populares y campeones
Desde entonces, Aldosivi y Alvarado no sólo fueron los equipos más
populares de la ciudad sino que se encargaron de alimentar la rivalidad
con el armado de planteles que año tras año se disputaban la conquista
del título. Allí sí nació el verdadero clásico. Jugaron una vez en el
89, cuatro en el 90, dos en el 91, cinco en el 92, dos en el 93, cuatro
en el 94, dos en el 95 (por el Torneo Argentino A), dos en el 96 (por
una plaza a la B Nacional) y uno (de apenas 30') en el 97.
Fueron pocos años pero dejaron una huella grande.
Los de Aldosivi atesoran como recuerdos imborrables el 13-0 del 94 y los
dos cruces del 96 por una plaza en la B Nacional que terminaron con
sendos 2-0 para los portuenses .
Y los de Alvarado no se olvidan de los épicos triunfos del 90 (el
último, por penales, le valió el título y el pasaje al Torneo del
Interior), ni de los dos del 95 por el primer Torneo Argentino A.
Las historias de esos duelos apasionantes van quedando viejas. Pasaron
quince años de la última vez. Y si bien no volvieron a verse cara a
cara, está claro que son los únicos equipos que, de enfrentarse, pueden
concitar la atención de todo el planeta futbolero de la ciudad. En eso
nada ha cambiado. A la distancia, aún en categorías distintas, siempre
se miran de reojo.
Porque aún cuando algunos de Aldosivi insisten con que su clásico rival
es Talleres, a la hora de contentarse o alegrarse por penurias o
festejos ajenos, el apuntado siempre es Alvarado. "Che, cómo salieron
los 'terneros'" le preguntaron a este cronista en más de una oportunidad
dirigentes o personas muy allegadas a Aldosivi. Y nunca esa curiosidad
se vio cuando en la misma jornada el que jugaba en otra cancha era
Talleres.
Los de Alvarado, quizás por no tener previamente un duelo tan picante en
su haber (los Aldosivi-Talleres, en otra época, sí fueron clásicos),
tienen menos pudor en reconocer a Aldosivi como el rival a vencer.
Lo cierto es que ni unos ni otros pudieron volver a disfrutar de "ese"
partido tan especial. Por las "macanas" de algunos hinchas, la impericia
de dirigentes para organizarlo y de futbolistas para igualar a los
equipos en la misma categoría.
Hoy, con el reciente ascenso de Alvarado, una sola divisional los
separa. Queda, de momento, la chance de un amistoso de pretemporada. Si
se toman los recaudos necesarios, como en todas las ciudades mencionadas
al comienzo de esta nota, ¿por qué privar a la ciudad de un partido que
se extraña?
Fuente: Diario La Capital