GANO SAN LORENZO
San Lorenzo gano y es puntero
San Lorenzo entró dormido contra Olimpo (gol de Vega), pero se recuperó y lo dio vuelta. Tula, Bottinelli y Rivero la metieron, y el Ciclón es puntero del Apertura. La gente se fue cantando: "Que da la mano, de Ramón Díaz...".
Cuando las neuronas se levantan porfiadas, con una resaca prominente, disminuidas, son las ganas, el apetito, las que las suplen. Y eso fue San Lorenzo que, de buscársele una metáfora relacionada al Falcon, habría sido que arrancó con las ruedas traseras pinchadas.
Porque a Ramón se lo veía preocupado cuando advertía que Rolle le manejaba el partido en su casa. Cuando miraba a Castillón pasándole una y otra vez a las espaldas de Aureliano Torres. Cuando, de pelota parada, situación de juego que sería el máximo mandamiento durante todo el partido, observó a Albil dejarla corta y a Vega meter el 1-0.
Intranquilo estaba Ramón. Por eso un cambio a los 29' del primer tiempo: clave el ingreso de Luna por Meza en la derecha. Mayor profundidad, sí, pero todavía estaba el tema de la pelota. Romagnoli desaparecido, Rivero bien controlado y Balsas, solitario Balsas, en pleno naufragio. Hasta que se elevó Pereyra, se estiró Tombolini y la empujó Tula: 1-1.
Igual, el intento de un renacimiento tras el empate aún era eso: un intento. Pero al toque de comenzado el segundo tiempo salió Rolle y ahí el empuje de San Lorenzo fue otro. Una nueva cara, un nuevo capítulo que escribir que empezó con el gol de Bottinelli, en donde otra vez la pelota parada dio una manito. Y ahora sí despertarían las neuronas...
Ahora sí brillaría Romagnoli con un pase tremendo en una contra (Olimpo ya tenía a Mosset expulsado) para que el Burrito cerrara la historia. Ahora sí Aureliano encontraría su lugar en el mundo y Balsas tendría esas oportunidades desaparecidas en el primer tiempo. Ahora, más que nunca, se escucharía: "Que de la mano, de Ramón Díaz...". El murmullo del comienzo, ahora sí, ya era historia.
San Lorenzo entró dormido contra Olimpo (gol de Vega), pero se recuperó y lo dio vuelta. Tula, Bottinelli y Rivero la metieron, y el Ciclón es puntero del Apertura. La gente se fue cantando: "Que da la mano, de Ramón Díaz...".Cuando las neuronas se levantan porfiadas, con una resaca prominente, disminuidas, son las ganas, el apetito, las que las suplen. Y eso fue San Lorenzo que, de buscársele una metáfora relacionada al Falcon, habría sido que arrancó con las ruedas traseras pinchadas.
Porque a Ramón se lo veía preocupado cuando advertía que Rolle le manejaba el partido en su casa. Cuando miraba a Castillón pasándole una y otra vez a las espaldas de Aureliano Torres. Cuando, de pelota parada, situación de juego que sería el máximo mandamiento durante todo el partido, observó a Albil dejarla corta y a Vega meter el 1-0.
Intranquilo estaba Ramón. Por eso un cambio a los 29' del primer tiempo: clave el ingreso de Luna por Meza en la derecha. Mayor profundidad, sí, pero todavía estaba el tema de la pelota. Romagnoli desaparecido, Rivero bien controlado y Balsas, solitario Balsas, en pleno naufragio. Hasta que se elevó Pereyra, se estiró Tombolini y la empujó Tula: 1-1.
Igual, el intento de un renacimiento tras el empate aún era eso: un intento. Pero al toque de comenzado el segundo tiempo salió Rolle y ahí el empuje de San Lorenzo fue otro. Una nueva cara, un nuevo capítulo que escribir que empezó con el gol de Bottinelli, en donde otra vez la pelota parada dio una manito. Y ahora sí despertarían las neuronas...
Ahora sí brillaría Romagnoli con un pase tremendo en una contra (Olimpo ya tenía a Mosset expulsado) para que el Burrito cerrara la historia. Ahora sí Aureliano encontraría su lugar en el mundo y Balsas tendría esas oportunidades desaparecidas en el primer tiempo. Ahora, más que nunca, se escucharía: "Que de la mano, de Ramón Díaz...". El murmullo del comienzo, ahora sí, ya era historia.
Fuente :Diario Ole
