TENIS / ROLAND GARROS
Maravilla Nadal
Usain Bolt le entregó la copa a Nadal. Va, se la devolvió, es suya...
Rafa logró lo que nadie pudo: ganar ocho títulos en un mismo
Grand Slam. Fue en Roland Garros, claro, su casa. En la final barrió a
su compatriota Ferrer por 6-3, 6-2 y 6-3. La leyenda del polvo de
ladrillo sigue haciendo historia.
No es Sergio Martínez, pero es una maravilla. En realidad, la
octava maravilla del tenis. No por su ranking, sino porque ocho es el
número que se puede colgar en su cuello. Se trata de Rafael Nadal, la
bestia pop del polvo de ladrillo, el dueño de Roland Garros, el jugador
que con 27 años se volvió a meter en la historia del tenis: barrió con
su compatriota David Ferrer en la final, se la llevó por 6-3, 6-2 y 6-3
en poco más de dos horas, y gritó campeón por octava vez en el estadio
Philippe Chatrier. Nadie pudo llegar a dicha marca en un mismo Grand
Slam.
Del partido, qué decir… Fue realmente un baile. Tres
quiebres en el primer set, otros tres en el segundo y dos más en el
tercero para dejar sin chances al pobre Ferrer, que jugó su primera
final en torneos de esta estirpe. Ni el muchacho que entró con la
bengala, ni la lluvia, pudieron frenar a Rafa. Fue la tercera vez que
limpió a su rival en tres sets en el partido definitivo. La cosecha
arrancó allá por 2005. Siguió en 2006, 2007 y 2008. En 2009 Soderling le
ganó y eso también es historia, porque es el único que lo pudo poner de
rodillas en París (récord de 59-1, uno más que Vilas y Federer). Retomó
en 2010, 2011, 2012 y, sí, 2013. Usain Bolt le entregó la copa.
Los
números son monstruosos. Estamos hablando de uno de los mejores de la
historia y eso se destaca aún más ya que es contemporáneo de Roger.
Llegó a 12 títulos de GS, para quedar tercero en la tabla junto a Roy
Emerson, a dos de Sampras y cinco del suizo. Además, es la 57° corona de
su carrera y la 42° en tierra (a tres de Vilas). En Rolanga, quedó
claro, no tiene rival. Es el dueño y el rey. El es Roland Garros.