Mascherano
Sueño con la imagen levantando la copa
El capitan solo piensa en levantar la copa
El capitan solo piensa en levantar la copaMascherano cuenta que se desvela por estar en la foto más esperada. "Es muy fácil ser el nexo entre el cuerpo técnico y el plantel. Con Maradona se puede hablar", asegura.
El capitán perfecto fue Ayala". Javier Mascherano toma impulso. Encuentra en el Ratón el ejemplo, pero también una descarga para tocar el tema, para que esa condición privilegiada que le da el brazalete no eleve su protagonismo más allá de lo que él mismo se permite. Hoy el primer indiscutido de Diego Maradona cumplirá 26 años. Habrá manteada en el búnker de Pretoria, la segunda desde la estadía del equipo argentino en Sudáfrica. Pero, seguramente, no tendrá mejor regalo posible, no lo hay para un jugador, que poder llevar la cinta en un Mundial. O sí, hay uno que supera a todos.... -¿Cómo imaginás el primer partido como capitán en un Mundial?
-Con orgullo. Y también con la responsabilidad de llevar esa cinta en una camiseta sagrada para nosotros. Y en un equipo que ha generado mucha expectativa en la gente. -¿Y cuántas veces pensás en la foto con la Copa del mundo en alto?
-La primera imagen es el primer partido. Porque es lo más importante, porque si uno empieza el Mundial de la mejor manera es todo mucho más fácil. Por eso las energías están puestas ahí. -Pero es indudable que, como capitán, soñar con esa imagen. -Por supuesto que uno sueña con la imagen de levantar la Copa en alto. ¿Quién no? ¿Quién de nosotros no lo hace? Pero no es porque soy el capitán, sino porque es el deseo de todos. De todos modos, yo tengo que detenerme en la realidad y pensar sólo en el primer partido. -¿Cuál es la función de un capitán en un Mundial?
-Más allá de todo, liderar con el ejemplo, tratar de hacerlo buscando el mejor camino posible. A mí me toca ser el capitán de este equipo, pero acá hay muchos referentes que pueden tomar esa función y que colaboran en la causa. -Ayala, decías, fue el capitán perfecto. ¿Por qué?
-Por su nobleza y por su tremenda responsabilidad. Por lo que me ha tocado vivir con él, es el ejemplo a seguir. Siempre hablamos. De hecho, antes de viajar, vino al predio a saludarnos. El dejó la Selección por decisión propia pero su vida va a estar relacionada a esta camiseta. -¿Y cómo es, desde tu rol, tener que ir a hablar con Maradona?
-Muy fácil. Obviamente, ser el capitán implica ser el nexo entre el plantel y el cuerpo técnico, tratar de trasladar inquietudes. Pero con Maradona se puede hablar tranquilamente. Y eso es una ventaja. Se le puede preguntar o pedir cualquier cosa porque él está siempre dispuesto a hablar. Porque nadie sabe mejor que él lo que siente al jugar y más como jugador de Selección. -¿Qué cambió en el grupo? Todos hablan muy bien de la convivencia. -Cambiar no cambió mucho. Más que nada pudimos estar este tiempo juntos. Lo que pasa es que es difícil explicarlo. ¿Qué es estar bien? ¿Qué significa? No es sólo algo futbolístico. Eso y la convivencia. Y te das cuenta cuando todo va bien porque los días se pasan volando.
Masche no sólo aporta equilibrio adentro del equipo. También lo muestra, con prudencia, hacia afuera. Hay que leer la seguridad con la que habla. Aunque esa sensación también responde al momento. Por eso, su deseo de cumpleaños es obvio. Lo que no quiere revelar es su promesa. -¿Sabés lo que prometió Diego, no?
-¿Lo del Obelisco?
-Es arriesgada. -Sí, sí, claro. Pero si me vas a preguntar a mí yo las promesas la dejo para la intimidad. Aunque está claro que uno daría casi (hace la pausa) todo para ser campeón. -¿Lo decís por la promesa que hizo Bilardo?
-No, no, yo no escuché lo que él dijo, no puedo hablar de eso. -¿Pero lo van a dejar solo a Diego?
-No, no, por eso uno dice casi todo, porque el todo incluye muchas cosas. -¿Llegan en un nivel mejor al del 2006?
-Es importante, pero en los anteriores mundiales también se llegó muy bien. En lo personal sí es distinto. En el 2006 llegué con lo justo, después de una lesión. Ahora vengo de una temporada en la que más partidos jugué en mi carrera. Físicamente me siento bien. Y la expectativa es en base a eso. Las sensaciones son de mucha fe. -¿Cómo te acomodaste al nuevo esquema que probó Diego?
-Bueno, es que nosotros somos conscientes de lo que tenemos y queremos aprovecharlo. Después, yo siempre digo que la defensa empieza por el primer delantero, haciendo una buena presión y no dejando jugar libre al rival. Por eso más allá de los nombres, es el funcionamiento. -¿Te sorprende el nivel de Carlitos?
-No. En el Mundial pasado él también llegó sin saber si iba a ser titular o no y fue uno de los mejores. Para nosotros es un jugador importante. Y dentro del grupo es una persona muy influyente. -¿Y Messi? ¿Este puede ser su Mundial?
-Leo es el mejor jugador del mundo y nuestro as de espadas. Pero tampoco le podemos dar la pelota y que solucione todo. Es un jugador diferente, pero está claro que lo tenemos que ayudar. Si no, lo ponemos a él solo y que resuelva. No es así.
El capitán perfecto fue Ayala". Javier Mascherano toma impulso. Encuentra en el Ratón el ejemplo, pero también una descarga para tocar el tema, para que esa condición privilegiada que le da el brazalete no eleve su protagonismo más allá de lo que él mismo se permite. Hoy el primer indiscutido de Diego Maradona cumplirá 26 años. Habrá manteada en el búnker de Pretoria, la segunda desde la estadía del equipo argentino en Sudáfrica. Pero, seguramente, no tendrá mejor regalo posible, no lo hay para un jugador, que poder llevar la cinta en un Mundial. O sí, hay uno que supera a todos.... -¿Cómo imaginás el primer partido como capitán en un Mundial?
-Con orgullo. Y también con la responsabilidad de llevar esa cinta en una camiseta sagrada para nosotros. Y en un equipo que ha generado mucha expectativa en la gente. -¿Y cuántas veces pensás en la foto con la Copa del mundo en alto?
-La primera imagen es el primer partido. Porque es lo más importante, porque si uno empieza el Mundial de la mejor manera es todo mucho más fácil. Por eso las energías están puestas ahí. -Pero es indudable que, como capitán, soñar con esa imagen. -Por supuesto que uno sueña con la imagen de levantar la Copa en alto. ¿Quién no? ¿Quién de nosotros no lo hace? Pero no es porque soy el capitán, sino porque es el deseo de todos. De todos modos, yo tengo que detenerme en la realidad y pensar sólo en el primer partido. -¿Cuál es la función de un capitán en un Mundial?
-Más allá de todo, liderar con el ejemplo, tratar de hacerlo buscando el mejor camino posible. A mí me toca ser el capitán de este equipo, pero acá hay muchos referentes que pueden tomar esa función y que colaboran en la causa. -Ayala, decías, fue el capitán perfecto. ¿Por qué?
-Por su nobleza y por su tremenda responsabilidad. Por lo que me ha tocado vivir con él, es el ejemplo a seguir. Siempre hablamos. De hecho, antes de viajar, vino al predio a saludarnos. El dejó la Selección por decisión propia pero su vida va a estar relacionada a esta camiseta. -¿Y cómo es, desde tu rol, tener que ir a hablar con Maradona?
-Muy fácil. Obviamente, ser el capitán implica ser el nexo entre el plantel y el cuerpo técnico, tratar de trasladar inquietudes. Pero con Maradona se puede hablar tranquilamente. Y eso es una ventaja. Se le puede preguntar o pedir cualquier cosa porque él está siempre dispuesto a hablar. Porque nadie sabe mejor que él lo que siente al jugar y más como jugador de Selección. -¿Qué cambió en el grupo? Todos hablan muy bien de la convivencia. -Cambiar no cambió mucho. Más que nada pudimos estar este tiempo juntos. Lo que pasa es que es difícil explicarlo. ¿Qué es estar bien? ¿Qué significa? No es sólo algo futbolístico. Eso y la convivencia. Y te das cuenta cuando todo va bien porque los días se pasan volando.
Masche no sólo aporta equilibrio adentro del equipo. También lo muestra, con prudencia, hacia afuera. Hay que leer la seguridad con la que habla. Aunque esa sensación también responde al momento. Por eso, su deseo de cumpleaños es obvio. Lo que no quiere revelar es su promesa. -¿Sabés lo que prometió Diego, no?
-¿Lo del Obelisco?
-Es arriesgada. -Sí, sí, claro. Pero si me vas a preguntar a mí yo las promesas la dejo para la intimidad. Aunque está claro que uno daría casi (hace la pausa) todo para ser campeón. -¿Lo decís por la promesa que hizo Bilardo?
-No, no, yo no escuché lo que él dijo, no puedo hablar de eso. -¿Pero lo van a dejar solo a Diego?
-No, no, por eso uno dice casi todo, porque el todo incluye muchas cosas. -¿Llegan en un nivel mejor al del 2006?
-Es importante, pero en los anteriores mundiales también se llegó muy bien. En lo personal sí es distinto. En el 2006 llegué con lo justo, después de una lesión. Ahora vengo de una temporada en la que más partidos jugué en mi carrera. Físicamente me siento bien. Y la expectativa es en base a eso. Las sensaciones son de mucha fe. -¿Cómo te acomodaste al nuevo esquema que probó Diego?
-Bueno, es que nosotros somos conscientes de lo que tenemos y queremos aprovecharlo. Después, yo siempre digo que la defensa empieza por el primer delantero, haciendo una buena presión y no dejando jugar libre al rival. Por eso más allá de los nombres, es el funcionamiento. -¿Te sorprende el nivel de Carlitos?
-No. En el Mundial pasado él también llegó sin saber si iba a ser titular o no y fue uno de los mejores. Para nosotros es un jugador importante. Y dentro del grupo es una persona muy influyente. -¿Y Messi? ¿Este puede ser su Mundial?
-Leo es el mejor jugador del mundo y nuestro as de espadas. Pero tampoco le podemos dar la pelota y que solucione todo. Es un jugador diferente, pero está claro que lo tenemos que ayudar. Si no, lo ponemos a él solo y que resuelva. No es así.
