COPA AMERICA :ARGENTINA 1 (4 ) URUGUAY 1 ( 5 )
Fracaso nacional
Uruguay ganó en los penales y eliminó a la Selección en cuartos, después de haber aguantado casi todo el segundo tiempo con uno menos. Muslera sacó todo en el partido y le atajó el remate a Tevez. Adiós al sueño de ganar la Copa en nuestro país. Ni Messi nos pudo salvar... ¿Qué pasa ahora con el proyecto de Batista?
No sólo hay que echarle la culpa a Muslera. No basta con decir que el arquero de Uruguay tapó todo, que le sacó goles a Higuaín o alguno a Messi. No, la Selección no supo cómo ganarle a la Celeste y se tuvo que bancar el "un minuto de silencio para Argentina que está muerto" de los hinchas rivales. Y sí, estamos muertos, futbolísticamente hablando. Porque ésta era la Copa, éste era un momento para despegar, para armar un equipo alrededor de Messi, para soñar a futuro. Y otra vez un cachetazo, ahora en casa, contra una selección que jugó con experiencia, con confianza, sin el peso de llevar la responsabilidad. Una selección que aprovechó el penal de ventaja (el que errór Tevez en la definición) y festejó a lo grande en en Santa Fe.
Duro, durísimo el golpe al mentón, golpe de KO en cuartos de final de una Copa armada en casa. Y preocupante por lo futbolístico, porque la Selección no jugó bien a pesar de haber podido ganar. Tuvo un lapso de fútbol y posesión de pelota en el primer tiempo, después de empatar, pero sin profundidad. Y en 48 minutos con un hombre más no supo ni pudo meterle uno a un Uruguay zorro, con dos delanteros bárbaros como Forlán y Suárez (corrieron, pelearon, generaron faltas y peligro), la experiencia de Lugano y la noche lúcida de Muslera. A la Selección le faltó fútbol y mucho carácter, le faltó lucidez en ese tiempo en el que tuvo uno más. Pero ni con ese ventaja despertó.
Messi tuvo su rato en el primer tiempo, encendido en el mano a mano y con un pase de gol genial a Higuaín, otro que se las ingenió para meterla y para estar cerca del gol. Del ST en adelante, incluso en el alargue, Leo estuvo intermitente, se lo notó agotado, más allá de sus ganas y de empujar. Y Mascherano, el capitán, se hizo expulsar en una falta ¡en mitad de cancha!, ya con una amarilla encima, y hubo que terminar jugando con un medio inédito (Pastore-Biglia-Tevez).
A la Selección la complicaron las pelotas paradas. También la inteligencia de Forlán y Suárez en ofensiva, siempre generando falas peligrosas y exigiendo, desgastando. Uruguay esperó su momento, viendo que Argentina iba más por obligación que por convencimiento. Lo pudo ganar uno, lo pudo ganar el otro. Hasta que llegaron a los penales y ahí Tevez, el mismo que entró por la ventana a la Copa, el mismo que se quejó porque lo cuestionaban jugando de 11, falló al patear un penalcito.
Uruguay ganó en los penales y eliminó a la Selección en cuartos, después de haber aguantado casi todo el segundo tiempo con uno menos. Muslera sacó todo en el partido y le atajó el remate a Tevez. Adiós al sueño de ganar la Copa en nuestro país. Ni Messi nos pudo salvar... ¿Qué pasa ahora con el proyecto de Batista?No sólo hay que echarle la culpa a Muslera. No basta con decir que el arquero de Uruguay tapó todo, que le sacó goles a Higuaín o alguno a Messi. No, la Selección no supo cómo ganarle a la Celeste y se tuvo que bancar el "un minuto de silencio para Argentina que está muerto" de los hinchas rivales. Y sí, estamos muertos, futbolísticamente hablando. Porque ésta era la Copa, éste era un momento para despegar, para armar un equipo alrededor de Messi, para soñar a futuro. Y otra vez un cachetazo, ahora en casa, contra una selección que jugó con experiencia, con confianza, sin el peso de llevar la responsabilidad. Una selección que aprovechó el penal de ventaja (el que errór Tevez en la definición) y festejó a lo grande en en Santa Fe.
Duro, durísimo el golpe al mentón, golpe de KO en cuartos de final de una Copa armada en casa. Y preocupante por lo futbolístico, porque la Selección no jugó bien a pesar de haber podido ganar. Tuvo un lapso de fútbol y posesión de pelota en el primer tiempo, después de empatar, pero sin profundidad. Y en 48 minutos con un hombre más no supo ni pudo meterle uno a un Uruguay zorro, con dos delanteros bárbaros como Forlán y Suárez (corrieron, pelearon, generaron faltas y peligro), la experiencia de Lugano y la noche lúcida de Muslera. A la Selección le faltó fútbol y mucho carácter, le faltó lucidez en ese tiempo en el que tuvo uno más. Pero ni con ese ventaja despertó.
Messi tuvo su rato en el primer tiempo, encendido en el mano a mano y con un pase de gol genial a Higuaín, otro que se las ingenió para meterla y para estar cerca del gol. Del ST en adelante, incluso en el alargue, Leo estuvo intermitente, se lo notó agotado, más allá de sus ganas y de empujar. Y Mascherano, el capitán, se hizo expulsar en una falta ¡en mitad de cancha!, ya con una amarilla encima, y hubo que terminar jugando con un medio inédito (Pastore-Biglia-Tevez).
A la Selección la complicaron las pelotas paradas. También la inteligencia de Forlán y Suárez en ofensiva, siempre generando falas peligrosas y exigiendo, desgastando. Uruguay esperó su momento, viendo que Argentina iba más por obligación que por convencimiento. Lo pudo ganar uno, lo pudo ganar el otro. Hasta que llegaron a los penales y ahí Tevez, el mismo que entró por la ventana a la Copa, el mismo que se quejó porque lo cuestionaban jugando de 11, falló al patear un penalcito.
